Murió en Guadalajara el biólogo y científico Leonardo Oliva, que en 1840 editó su Farmacología, obra que es el más completo tratado de la ciencia médica en nuestro país. En 1860 fueron publicadas sus Lecciones de terapéutica. En la Universidad de Leipzig, Alemania, existe un busto de este jalisciense ilustre que dice: “A uno de los más grandes botánicos del mundo”.
El doctor Oliva Alzaga fue hijo de Don Juan Oliva y de Doña Guadalupe Alzaga; sus primeros estudios los realizó en Ahualulco de Mercado. Posteriormente, a la edad de 13 años, emigró a Guadalajara para seguir sus estudios en el Seminario Conciliar en calidad de externo cursando las clases de Gramática Latina.
El destacado ilustre jalisciense estudió en la Universidad de Guadalajara, siendo condiscípulo del famoso Eleuterio González de Monterrey. Ese mismo año, fue designado profesor de farmacología de la Escuela de Medicina de Guadalajara, cargo que ocupara hasta 1870. Su obra más notable es “Lecciones de Farmacología”.
También escribió “Una Historia de la Medicina en México” enviada a la Academia de Medicina de París, hoy perdida. Además, un discurso sobre la botánica extranjera e indígena publicado en 1870.
De espíritu romántico, latinista, competente, amante de la pintura, la buena música, políglota y trabajador incansable de su especialidad, donde hizo investigaciones valiosas, Oliva Alzaga cultivaba un jardín botánico para investigar sobre las plantas que estudiaba.